(como las raices, silenciosamente habla la niña y responde el poeta)
El árbol se ha metido en mis manos,
la savia ha subido a mis brazos,
el árbol ha crecido en mi pecho
hacia abajo.
Las ramas me brotan como brazos.
Arbol eres,
musgo eres,
eres violetas con viento sobre ellas,
una niña -¡tan alta!- tú eres;
y todo esto es locura para el mundo.
Ezra Pound
martes, 13 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario